Gestación subrogada para concebir a su nieta con el semen de su difunto hijo
La gestación subrogada, o vientre de alquiler, es una práctica que ha sido objeto de controversia y debate en todo el mundo. En los últimos días, ha vuelto a estar en el centro de la atención mediática después de que se hiciera pública la noticia de que una mujer de 68 años, Ana Obregón, pagó a otra mujer para que gestara a su nieta, utilizando el semen congelado de su difunto hijo.
La gestación subrogada viola los derechos humanos
Es importante entender que la gestación subrogada es una práctica que viola los derechos humanos fundamentales de las mujeres y fomenta la desigualdad de género. El hecho de que se pague a una mujer para que geste un hijo o una hija, convierte su cuerpo en un objeto que se puede comprar y vender en el mercado, lo que va en contra de los principios éticos de dignidad y autonomía humana.
Además, la gestación subrogada supone un riesgo para la salud física y emocional de la mujer gestante.
En muchos casos, las mujeres que deciden gestar a un hijo de otra persona, lo hacen por necesidades económicas y se ven obligadas a someterse a un proceso que puede ser peligroso y estresante para su salud. Además de convertirse en esclavas ya que no pueden tomar ninguna decisión durante todo el proceso.
Todo lo analizan quieran ella o no: control de lo que come, de las pruebas ginecológicas que considere la persona que compra el bebé, los análisis que considere oportunos en cualquier momento para controlar la ingesta de alcohol, sustancias, etc... Y por supuesto, si sufre abortos espontáneos por la implantación, también los sufre una y otra vez hasta que el embarazo salga adelante.
Ana Obregón se va a EEUU porque en España es ilegal
En el caso de Ana Obregón, no solo ha puesto en peligro la salud física y emocional de la mujer que gestó a su nieta, sino que también ha fomentado una práctica que va en contra de los valores fundamentales de dignidad y autonomía humana. Además, ha vendido la noticia como exclusiva para ganar aún más dinero con la situación, lo que demuestra una total falta de empatía y ética.
Es importante recordar que la gestación subrogada no es una solución para tener un hijo o una hija. Es una práctica que fomenta la desigualdad de género y perpetúa la violencia contra las mujeres. Debemos rechazarla de manera categórica y trabajar juntos para crear un mundo más justo y equitativo para todas las personas, sin importar su género.
Es necesario reflexionar sobre la importancia de los derechos humanos y de la igualdad de género en nuestra sociedad. Debemos luchar por una sociedad donde las mujeres sean dueñas de sus cuerpos y no sean utilizadas como un objeto más en el mercado. Debemos seguir denunciando las prácticas de explotación y violencia contra las mujeres, como la gestación subrogada, y trabajar juntos para erradicarlas.
La gestación subrogada es, en definitiva, una práctica que viola los derechos humanos fundamentales de las mujeres y fomenta la desigualdad de género. Debemos rechazarla de manera categórica y trabajar juntos para crear un mundo más justo y equitativo para todas las personas, sin importar su género. No podemos permitir que se sigan normalizando estas prácticas de explotación y violencia en contra de las mujeres. Es nuestra responsabilidad luchar por una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas.
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Gracias por leerme,
Marta.