¡Ya está bien! A las madres, nos quieren volver locas

Las madres de hoy en día nos enfrentamos a una encrucijada única en cuanto a la educación de nuestros hijos.

Por un lado, las nuevas corrientes educativas más respetuosas promueven una crianza basada en el respeto mutuo, la empatía y la comprensión de las necesidades y emociones de los niños. Por otro lado, muchas de las ideas más antiguas y arcaicas de generaciones pasadas promueven un enfoque más autoritario y controlador de la educación de los niños.

Y nosotras en medio.

Parece que no hacemos nada bien.

Que o hacemos caso a las pautas del libro de moda, o somos malas madres. O sostenemos todas las emociones de nuestros hijos sin perder los nervios, o le crearemos un trauma para toda su vida.

Estos mensajes contradictorios pueden resultar confusos e incluso abrumadores para las madres que intentamos hacerlo diferente en la actualidad.

Por un lado, queremos ser respetuosas y empáticas con nuestros hijos/as, pero por otro lado, nos sentimos presionadas por la idea de que debemos imponer nuestra autoridad sobre ellos para garantizar su obediencia y buen comportamiento.

Nos come la culpa.

Le pegamos un grito y nos tiramos todo el día y parte del siguiente, llorando, lamentándonos y autocastigándonos de múltiples maneras. En mi caso, me llegué a castigar físicamente en alguna ocasión... La presión era tal brutal que la ansiedad me superaba.

Os contaré sobre mi propia experiencia de poquito a poco, sin presionarme y como me salga.

Pero joder, ¡esto es duro de narices! Estaréis de acuerdo en que parece que la cagamos constantemente.

Si no lo hacemos como dice la OMS, la influencer más importante y prestigiosa de crianza, la profesora de mi hijo, la suegra, la matrona, la pediatra, la vecina, la señora que nos dice cuatro cosas en el supermercado cuando presencia una rabieta del niño/a... ¡Basta ya!

Nos volvemos locas pero de verdad.

Necesitamos hacer TRIBU.

Necesitamos juntarnos, soltar, tener un espacio seguro de libre acceso a todas. Está claro que la terapia nos ayudaría en nuestra maternidad, y de hecho lo hace.

Pero... ¿Quién puede permitirse pagar un terapeuta de mínimo 60€/semana? Sólo un % muy pequeño de las madres.

Por eso, quiero lanzar la TRIBU de madres soñadoras. Ya está abierta, es GRATIS, de acceso a todas y con muchas sorpresas que os iré desvelando. Pero es que está claro que lo necesitamos ya. ¡Ya mismo!

Es en telegram, (de momento) y puedes unirte haciendo click aquí mismo o desde el menú principal de mi web.

Es importante recordar que la educación de los hijos es un proceso continuo y siempre en evolución. Las madres podemos tomar lo mejor de ambos mundos, aprovechando las nuevas corrientes educativas para establecer una relación respetuosa y empática con  nuestros hijos, al tiempo que mantenemos un enfoque claro y firme en cuanto a los límites y la disciplina.

También es importante recordar que cada familia es única y lo que funciona para una familia puede no funcionar para otra.

Las madres debemos ser capaces de encontrar nuestro propio camino en la educación de nuestros hijos, basado en nuestros propios valores, creencias y necesidades individuales.

En definitiva, las madres podemos encontrar un equilibrio entre las corrientes educativas más respetuosas y las ideas más antiguas y arcaicas de generaciones pasadas.

Al aprovechar lo mejor de ambos enfoques, las madres podemos criar hijos amorosos, respetuosos y felices.

¡Nos vemos dentro de la tribu!

Marta.